AQUI ESTAN MIS ANECDOTAS SOBRE PERSONAS QUE INFLUYERON POSITIVAMENTE EN MI. CUENTOS, ENSAYOS.
martes, 28 de septiembre de 2010
LA MUERTE DE SOMOZA GARCIA
LA MUERTE DE SOMOZA GARCIA
Los pantalones de doña Violeta y la fuga de Pedro Joaquin
____Mataron a Somoza! Y ahora! Que va a pasar!___
Le decía Santos Lara.
No me acuerdo que le contestaba.
San Carlos era un pueblecito lacustre y fluvial, tranquilo, calmo, que solo los martes que
llegaban las lanchas de Granada se alborotaba por el trajín del comercio, mercaderías
que venían e iban. Los miércoles que se iba la lancha ya quedaba en calma.
Con su Fortaleza, sus calles de piedras revueltas que hacían difícil el caminar, su
parquecito y sus cañones, el rastro, la Aduana, el cine Venus, su escuela municipal, la
vendedora de pescados, que salía todas las madrugadas a pescar y muy tempranito con
el alba regresaba con su bote de remos lleno de pescados, la calle de comercio, la calle
de arriba y la Iglesia Parroquial con la plaza enfrente y allá arriba la Fortaleza.
Había sido creado como un puerto de defensa con artillería y todo, ante los ataques de
los piratas que enrumbaban río arriba sobre el Río San Juan para atacar sobre todo
Granada.
II
Después de la muerte de Somoza cayo un montón de gente presa, en Managua la capital
y en otros lugares.
___Ese es Pedro Joaquín!___
Decían los mayores.
El caminaba por la calle de abajo con unos zapatos raros que yo nunca había visto.
___Son mocasines___
Dijo alguien.
___Ve y esa seguramente es la esposa!___
___Y anda de pantalones!____
Comenzaron a decir las señoras del pueblo. Era la primera mujer que habían visto usar
esa prenda utilizada solo por los hombres hasta ese momento.
Era Pedro Joaquín Chamorro Cardenal confinado en San Carlos después de los sucesos
de Septiembre de 1956.
III
____Se fugo Pedro Joaquín!____
Eran los comentarios en todo el pueblo una mañana.
____Dicen que los ayudo el Cabo Ovidio!___
___Se fueron por el Río Frío para Costa Rica!___
Agregaban otros.
Me acuerdo que como para comprobar si era cierto lo que oía, cuando me dieron
permiso mis padres, me fui al muelle del Cabo Ovidio y lo vi. tranquilo como que nada.
Después oí que lo habían echado preso.
Juan Arana Vogel
Reparto El Carmen.
Managua, Nicaragua
28 de Septiembre 2010
Bajo la influencia de las lluvias después del Mathew.
lunes, 27 de septiembre de 2010
MIGUEL JOTA
La revolución liberal y la medicina natural
— ¡Compañía!, ¡Soldado González!, ¡El parte!
Aquel viejito de rostro enjuto, ropa raída, camisa de algodón y pantalón de dril, de zapatones y anteojos con lentes quebrados, sudado y con un saquito de bramante al hombro, se contestaba a si mismo:
— ¡Arancibia, Pedro!, ¡Bermúdez, José!, ¡Carrasco, Toribio! y así en orden alfabético por apellidos hasta que llegaba a la G, ¡González, Miguel J! y continuaba hasta el nombre del ultimo soldado que había participado, junto con él, en la revolución liberal, en el Ejercito del General José Santos Zelaya.
Era el ultimo soldado zelayista que continuaba recordando esa gesta a comienzos de la década de los años cincuenta en Bluefields y muchos confirmaban que en efecto el había participado en ella. Después de la retahíla que hacia a voz en cuello procedía a ofrecer:
— ¡Llevo raíz de cuculmeca, cáscaras de jiñocuabo, hombre grande, zarzaparrilla, infundia de gallina!
Los chavalos se reían de él y gozaban cuando en posición de firmes y con su saludo militar pregonaba los nombres de sus compañeros de armas. Igual se reían de las raíces, cáscaras, hierbas y toda clase de remedios que cargaba en su saquito.
Ya la medicina moderna y las medicinas de patente que se ofrecían en la farmacia habían penetrado el mercado y, toda la gente para curarse de sus males tomaba una pastilla, se ponía una inyección, tomaba un jarabe o lo que le recetaran los doctores. Mucha de la botánica que cargaba en su saquito era legítima, era un alma en pena, era un desplazado por la modernidad, por el progreso.
De lo que no nos dábamos cuenta muchos era que, esa medicina moderna, de patente a la larga era química nociva que aparentemente te quita el mal, pero no cura, no sana y más bien tiene efectos colaterales. Te quita la infección superficialmente pero esa infección penetra en el organismo y subsiste, para poner un ejemplo y, así con todas las enfermedades y tratamientos modernos. En cambio la que ofrecía MIGUEL JOTA, era medicina natural, que tarda más tiempo en curar pero que sana de verdad.
Así, este abandonado de la suerte, del liberalismo, ha como aparecía, desaparecía. Se iba montaña adentro, cuando las montañas en los alrededores de Bluefields eran impenetrables, se perdía por temporadas y de repente aparecía con su nuevo alijo. Ese era su modo de vida, de eso vivía, andaba una fortuna en su saquito y nadie se daba cuenta.
Nunca se supo que se hizo MIGUEL JOTA, de repente dejo de salir a la calle y desapareció, nadie le hizo ningún reconocimiento militar que se sepa, mucho menos salubridad Pública.
— ¡González, Miguel Jota!
— ¡Presente!
Juan Arana Vogel
Reparto El Carmen
Managua, Nicaragua
25 de septiembre de 2010
Después de Mathew
domingo, 26 de septiembre de 2010
MIGUEL JOTA
MIGUEL JOTA
La revolución liberal y la medicina natural
“Compañía!!! Soldado González!! El parte!!” Aquel viejito de rostro enjuto, ropa raída,
camisa de algodón y pantalón de dril, de zapatones y anteojos con lentes quebrados,
sudado y con un saquito de bramante al hombro, y con la lengua enredada como un loro
se contestaba a si mismo:
“Arancibia, Pedro!! Bermúdez, José!! Carrasco, Toribio” y asi en orden alfabético por apellidos hasta que llegaba a
Era el ultimo soldado zelayista que continuaba recordando esa gesta a comienzos de la
década de los años cincuenta en Bluefields y, muchos confirmaban que en efecto el
había participado en ella.
Después de la retahíla que hacia a voz en cuello procedía a ofrecer: “Llevo raíz de
cuculmeca, cáscaras de jiñocuabo, hombre grande, zarzaparrilla, infundia de gallina”
Los chavalos se reían de el y gozaban cuando en posición de firmes y con su saludo
militar pregonaba los nombres de sus compañeros de armas.
También se reían de las raíces, cáscaras, hierbas y toda clase de remedios que cargaba
en su saquito.
Ya la medicina moderna y las medicinas de patente que se ofrecían en la farmacia
habían penetrado el mercado y toda la gente para curarse de sus males tomaba una
pastilla, se ponía una inyección, tomaba un jarabe o lo que le recetaran los doctores.
Mucha de la botánica que cargaba en su saquito era legítima, era un alma en pena, era
un desplazado por la modernidad, por el progreso.
De lo que no nos dábamos cuenta muchos era que, esa medicina moderna, de patente a
la larga era química nociva que aparentemente te quita el mal, pero no cura, no sana y
más bien tiene efectos colaterales, te quita la inflamación superficialmente pero esa
infección penetra el organismo y subsiste, para poner un ejemplo y, asi con todas las
enfermedades y tratamientos modernos.
En cambio la que ofrecía MIGUEL JOTA, era medicina natural, que tarda más tiempo
para curar pero que sana de verdad.
Así este abandonado de la suerte, del liberalismo, a como aparecía desaparecía, se iba
montaña adentro, cuando las montañas en los alrededores de Bluefields eran
impenetrables, se perdía por temporadas y de repente aparecía con su nuevo alijo, ese
era su modo de vida, de eso vivía, andaba una fortuna en su saquito y nadie se daba
cuenta.
Nunca se supo que se hizo MIGUEL JOTA, de repente dejo de salir a la calle y
desapareció, nadie le hizo ningún reconocimiento militar que se sepa, tampoco
Salubridad Pública
González, Miguel Jota!!!
Presente!!!
Juan Arana Vogel
Reparto El Carmen
Managua, Nicaragua
25 de septiembre de 2010
Después de Mathew